-Arfedo, manifiéstate.Ante la vela, Rosa de Jericó cerró los ojos y entró en extásis.
-Arfredo, manifiestate, tu sobrino Scorsesse quiere hablar contigo…
No se presentó el hombre de los pájaros pero sí lo hicieron El Fary, Lady Di e incluso un trailer de la Farrah Fawcett. Un instante antes de que la De Jericó diera por concluída la sesión y reclamara sus cincuentas euros se personó Alfredo acompañado por dos bellas burbujitas Freixenet. El gordo dejó caer tres páginas (amarillas) de un guión inacabado.
-Arfredo… -insistió Rosa.
-Calla, pertarda –ordenó el espíritu. Y tú, cineasta, a ver qué haces con eso.
En el metro, Martin, con la seguridad de haber dirigido a la Díaz (táchese Marujita), analizó la situación y comprendió que si quería darle alguna utilidad a los cincuenta talegos debía seguir cualquiera de estas posibilidades:
A- Atreverse con un Motivos personales made in USA y protagonizado por Winona Ryder.B- Venderlo en alguna subasta para comprar la isla de Brando.
C- Utilizarlo en un homenaje al tío Alfredo a mayor gloria de sí mismo y patrocinado por alguna bodega que le ofreciera tantas botellas como bombones a la Preysler. Y, por supuesto, sin necesidad de pasar a la historia del cine (ni de la publicidad…
Al parecer eligió la tercera.
Aquella Navidad Scorsese hizo probablemente el mejor anuncio sino del mundo al menos de la historia de la marca; bebió, hip, hasta el amanecer, hip. Al despertar de la cogorza, juró que don Alfredo le había sonreído.www.scorsesefilmfreixenet.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario