jueves, 26 de marzo de 2009

CLÁSICOS A LA CARTA: El Rolls-Royce Amarillo

Nada había más popular en el cine de los 60 y 70 que las películas de sketches, excelentes vehículos para el lucimiento de grandes estrellas de Hollywood, que recaladas en tierras europeas encontraban (es la parte inconfesable de la historia) una vía de ingresos adicional con las que financiar mudanzas, pagar costosos caprichos o, en un plan más prosaico, simplemente sobrevivir. Como en todo, había categorías. Se hizo mucha basura cinematográfica en aquellos tiempos, pero también entre tanta producción atípica emergían pintorescas películas como esta.
"El Rolls Royce amarillo" es la historia segmentada de un coche a través de su vida útil. El vehículo es, pues, testigo de romances y avatares amorosos; de desengaños e infortunios; de idas y venidas de variopintos personajes.

Una película agradable y que constituía en sí misma un retrato de la decadencia europea en los años 60. Y, por supuesto, un sinfin de figuras, desde Omar Sharif hasta Alain Delon, desde Deborah Kerr hasta Ingrid Bergman, pasando por Shirley MacLaine y un interminable rosario de nombres con relumbrón, como Rex Harrison y George C. Scott. Un buen motivo, en el momento de su estreno, para acercarse al cine a degustar dos horas de buen cine. Y una excelente ocasión, ahora, para pasar algo más de 120 minutos frente al televisor con la garantía de gozar de cine del que ya, por desgracia, no hay.

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