La película nos muestra el conflicto que surge entre el orgullo de quien rechaza su pasado y sus bases, y el amor a las raíces verdaderas. Aparentemente, podríamos decir que se trata de un tema trillado, un cliché más, pero al ver la cinta, el resultado es una obra honesta, conmovedora y con una fuerza dramática impresionante.
Cuarón mantiene las ideas de la novela original, en un contexto completamente emocional y al mismo tiempo inseparable de su componente visual, con un diseño de producción y una fotografía impecable.
Las interpretaciones de Ethan Hawke, Gwyneth Paltrow, Robert De Niro y Anne Bancroft, se involucran también con las imágenes que el personaje de Hawke pinta, convirtiendo a las acuarelas en un personaje más. La carga emotiva de la historia se sostiene en los actores, obteniendo una mezcla sutil de sensualidad, ternura y romanticismo, con una estética visual insuperable.
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