El equipo de "La Soledad" éramos muy pocos. Vale decir que estábamos algo solos, un poco aislados, pero yo al menos respiraba mucha tranquilidad. "La Soledad" nunca había hecho ruido y parecía asumida como una película interesante pero distinta, que muy poca gente había visto. Tanto fue así que tanta Soledad a mí me dejó perpleja. Cuando la nombraron por primera vez, premiando a Jose Luis Torrijo como mejor actor revelación, su alegría me empezó a contagiar, y por supuesto cuando me nombró me sentí menos sola. La película y Torrijo empezaron a crecer hasta que salió Jaime Rosales a recoger el Goya al mejor director. Para entonces los sol@s habíamos crecido y el silencio llegó cuando la nombraron mejor película, y como éramos tan pocos pero ya no estábamos tan solos entendí que habíamos ganado. Qué buena es a veces la Soledad cuando llega sin esperarla.
Sara Bilbatúa
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