Todos hemos visto alguna vez una película de Charlie Chaplin encarnando al mítico Charlot. "El niño", "La quimera del oro" y sobre todo, "El gran dictador" y "Tiempos modernos". Aunque siempre es recomendable verlo todo cuando se trata de genios como este, os recomendamos ver y volver a ver estas dos últimas películas."Tiempos modernos" es la última película del personaje de Charlot. Aunque es una película sonora, en realidad su personaje no habla demasiado, y sigue manteniendo la mímica de las películas mudas. Los sectores más reaccionarios y puritanos de Estados Unidos se enfurecieron con esta película, que es considerada una de las obras maestras de la historia del cine.
Y qué se puede decir de "El gran dictador" todos recordamos la escena del discurso o la del globo. Si no la conocéis, no podéis perderos este vídeo.
La película fue terminada antes de que acabara la Segunda Guerra Mundial y, en la última escena de la película, el personaje del barbero lanza un discurso, calificado por muchos como ingenuo, en el que Chaplin evidencia sus deseos de paz para Europa y de construir un mundo mejor:
"Lo lamento, pero yo no quiero ser un emperador, ése no es mi negocio, no quiero gobernar o conquistar a alguien. Me gustaría ayudar a todos si fuera posible: a los judíos y a los gentiles, a los negros y a los blancos. Todos deberíamos querer ayudarnos, así son los seres humanos. Queremos vivir con la felicidad del otro, no con su angustia. No queremos odiarnos y despreciarnos. En este mundo hay sitio para todos, y la tierra es rica y puede proveer a todos. El camino de la vida podría ser libre y hermoso..."
2 comentarios:
Cuando era un mico, con tres o cuatro años, mi madre siempre cuenta que ví esta escena y me dió tremendo ataque de risa. Se ve que la cabra tira al monte ya desde bien chiquitito.
Ahora que están las aguas de Adriático tan revueltas es un buen momento para revisitarlo y no permitir que se nos olvide lo que pasó...prácticamente antes de ayer.
Tienes razón Aarón...También es interesante ver como Chaplin, al fin y al cabo, un cómico, utilizó sus películas para hablar y alto y claro de lo que quería. A veces la comedía puede ser subersiva...
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