Seguro que ya habréis visto alguna de ellas, o probablemente las tres, pero vale la pena volver a verlas juntas. Aunque no es una trilogía como tal, son tres películas con muchos elementos comunes, sobre todo porque han sido el principio y el final de la colaboración entre González Iñárritu y el guionista Guillermo Arriaga. Tres dramas con tres historias que se entrelazan siempre con un mismo telón de fondo: el azar y la muerte de un ser querido.
Desde el punto de vista del guión, las tres son fantásticas, pero personalmente me quedo con "21 gramos" una pieza de relojería de alta precisión en la que guión y montaje funcionan como en una coreografía atrapándote desde el minuto uno hasta el final. Desde el punto de vista de la interpretación, la fuerza salvaje de Gael García Bernal en "Amores perros" y de Benicio del Toro en "21 gramos" y la verdad de esos niños marroquíes o de esa adolescente japonesa sordomuda en "Babel", son una gozada.
Tres joyas para pasar la tarde del sábado encerrado en casa. ¡A disfrutar!
Javier Gancedo
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