Fue Penélope la que más me sorprendió, por la gran madurez que muestra en esta película. Sin embargo, después de la italiana "No te muevas" o con "Volver",ya me había ganado. Quizás fuera Ben Kingsley, ese monstruo del cine que le echa un pulso a Dennis Hopper, o los diálogos escritos por Meyer mientras suena, de fondo, una música.
Sí, de ser algo, tal vez fuera el conjunto de todas las cosas tocadas por la elegante, tierna y sublime dirección de Isabel Coixet. ¿Qué... ? No lo sé. Aquella tarde dejé parte de mi corazón en la butaca del cine.
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